REGALOS DE BODA DIFERENTES: REGALA INTIMIDAD A LA PAREJA

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REGALOS DE BODA DIFERENTES: REGALA INTIMIDAD A LA PAREJA – El masaje Lingam es una experiencia única. Va de autocontrol y autoconocimiento. En la tradición tántrica, el masaje Lingam ocupa un privilegiado sitio.  Deja al hombre la difícil labor de conjuntar el redescubrimiento de su propia masculinidad y, al unísono, conectar con su sensibilidad, y todo ello abriéndose a lo femenino. No espero que me entiendas así, a la primera, cuando yo mismo tampoco…

Y es que el masaje Lingam es una de las mejore vías hacia el autoconocimiento. La zona genital masculina, punto de conexión y unión entre la psique, el cuerpo y el espíritu.  Es una experiencia que nos enseña el camino para dirigir el clímax deliberadamente. Imponemos el ritmo de la psique y elevamos a limites insospechados la intensidad del placer. Es muy aconsejable un estado total de relajación De esta manera, abrimos las puertas a una conexión total con nuestras sensaciones.

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Es una experiencia alucinante, un regalo de intimidad para la pareja, un regalo de boda diferente. Un regalo, como y mejor, quizás, que una caja de vino especial diseñada para los novios.

Lo que no podemos hacer cuando se trata de regalar es lo que hizo un insensato de veintidós años, J.F.J., que encara un juicio y una petición de condena de siete años por querer supervisar la vida de su novia. Resulta que al chico no se le  ocurre otra cosa que regalarle a la novia un móvil con un programa espía instalado.  Obviamente, cuando la chica se enteró no daba crédito.

Si crees que un masaje es un buen regalo de bodas o un buen regalo para tu pareja, tienes toda la información en la red, por ejemplo en webs como masaje lingam Barcelona.

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La utilidad del regalo.

Aunque hace unas décadas era tradición obsequiar con objetos de decoración, hoy se prefieren regalos de boda prácticos y aprovechables. Aunque ¿que quieres que te diga? yo lo que he visto es que en las bodas todo el mundo regala dinero, y no me parece bien, es como si muchas veces los novios quisieran hacer negocio con su propia boda

Pero los detalles de boda para mujeres ganan en diversidad. Espejos poco tradicionales y otros detalles de boda adaptados para mujeres con sus nombres grabados… Para los pequeños, el último grito son los carros de chuches. En cambio, los detalles de boda para hombres prosiguen en la tendencia más tradicional. Para hombres lo más vendido son los abrebotellas. Lo dicho, mejor no andarse con tonterías y regalar una de las experiencias de las que nos encontramos en  masaje tantra Barcelona.

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Curiosidades – Las relaciones cariñosas en la historia en América latina

Hubo un tiempo en que hombres y mujeres no tenían la libertad de elegir a su pareja, eran obligados por sus progenitores a contraer matrimonios arreglados. A lo largo de la ocupación de España, no existía una forma frecuente de cortejo. Los matrimonios eran acordados por los padres; los jóvenes solo obedecían.

El Concilio de Trento, en mil quinientos cuarenta y cinco no alteró la idea sobre esa necesidad del permiso mutuo, y continuó siendo uno de los pilares del matrimonio en el catolicismo. Pero ya se establecía que los progenitores no podían desposar a una hija sin su permiso. Sin embargo si que podían desheredar a aquellas hijas que desacataran sus consejos sobre un matrimonio conveniente.

La interacción de los enamorados se limitaba a una especie de asambleas familiares. Si un joven deseaba invitar a bailar a alguna chica, este debía solicitarle permiso a los padres. Después de la llegada de los españoles, se observaban poquísimas pautas legales y morales. Los hombres convivían con las indígenas, y estas eran raptadas o bien ofrecidas por los conquistados.

Se podía impedir un matrimonio por parentesco consanguíneo o bien espiritual, por estar ya casado, o haber prometido matrimonio a otra persona, haber hecho voto solemne de castidad, y también el haber profesado en una orden religiosa o por el hecho de que alguno de los contrayentes hubiera sido forzado, o coaccionado de alguna forma para casarse.

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