Flores y naturaleza sensual para disfrutar más del sexo

También la naturaleza nos da consejos para disfrutar más del sexo y cambiar tu hábito. Flores y naturaleza sensual para disfrutar más del sexo

Los primeros higos domesticados probablemente fueron el origen de la agricultura y, por tanto, de la civilización. Son producto de una mutación espontánea, que luego es transmitida por el ser humano a través de sucesivos esquejes. Todos sabemos que la Red sirve también para comprar consoladores pero lo que quizás no sea tan conocido es que hay una estrecha relación entre las flores, la naturaleza y el sexo.

En las higueras silvestres se conocen mutaciones que producen una variedad conocida como higos en las que el fruto madura sin polinización y permanece adherido al árbol, volviéndose blando y dulce en lugar de pudrirse. Los mutantes partenocárpicos son estériles porque sus higos no tienen semillas. La razón por la que los higos comestibles parecen diseñados para complacer a una criatura terrestre es sencilla, es que son comestibles.

Los higos silvestres tienen dos sexos. Las flores masculinas son más cortas que las femeninas. Las avispas ponen huevos a través de un tubo de aproximadamente dos milímetros de largo. Si una avispa encuentra una flor hembra, lo único que puede hacer es polinizarla. No porque ni siquiera intentara meter un óvulo dentro de su ovario, sino porque no pudo completar la acción: le faltaba un milímetro para pasar la cantidad precisa de estilo femenino. Por lo tanto, el blastaphagus sólo puede poner huevos en flores masculinas.

Flores y naturaleza sensual para disfrutar más del sexo
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Y la higuera premia a sus larvas con un higo: un argumento convincente para renovar el contrato simbiótico. La mutación genética ocurre mucho en la naturaleza, aunque nadie parece haberla escuchado hasta hace 10.000 años.

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Muchas plantas silvestres mediterráneas se han utilizado durante milenios para ayudar en la batalla del amor.

Tal es la naturaleza del escaramujo, fruto de la rosa silvestre recolectada en las frías mañanas de invierno, cuando los racimos de flores rojas de Rosa canina destacan sobre un fondo gris que prevalece en los días en los que no hay sol, con tendencia a la proximidad, y renunciar a la humildad, tiempo de dejarse llevar por los brazos del amor y la nostalgia.

La suavidad de las orquídeas mediterráneas, el vigor de las raíces de bruja, el aroma de la mandrágora, el lánguido aroma de las trufas y la serenidad del jazmín, son las sensaciones que brindan las fragancias. Es el elemento que la naturaleza creó para cumplir su propósito primordial, prolongar la vida humana, y que el hombre conoce desde hace milenios, en el que el culto a la pornografía siempre ha sido una constante, relevante para todas las ciencias.

Celebrar los días del amor y los amantes es un buen momento para entregarse a la lujuria, pero también para recordar los rituales y tradiciones que sirven al deseo sexual. La propiedad estimulante de la pasión de ciertas plantas que crecen en los bosques y campos cercanos a las ciudades, en las costas y en sus caminos, es parte de la leyenda del Olimpo griego, donde Medéa y Circe, las Hijas de Hécate, diosa del Inframundo, se dedicaron al cuidado y desarrollo de las propiedades eróticas de plantas populares como la mandrágora, la belladona, la lavanda, la menta y la manzanilla romana.

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Abrir una higuera en presencia de una mujer es siempre una propuesta directa y sin atajos, al menos eso es lo que indica la sabiduría popular, que asegura que la imagen de un aguacate, el fruto del árbol de los testículos, unido a su suavidad al tacto y su sabor aceitoso, lo convierte en un potente estimulante, ayudado por el hecho de que contiene grandes dosis de vitaminas C y E, aportando energía a quien la consume y poder sexual.

Una flor que tiene su máximo poder al anochecer, la hora del amor, supone la combinación de todas estas cualidades y significa que ciertas especies están en la cima de la pirámide de lo más deseable.

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La magia del amor

Mentas, lavandas y árbol del té forman parte de la tradición erótica del sur de la península. La primera de ellas, entre muchas especies, son estimulantes del sistema nervioso, por lo que se dice que mejoran el impulso sexual en humanos de mediana edad, especialmente la especie Mentha piperita, que siempre se considera la primera planta medicinal en la que se ha reconocido que tiene piel.

Tiene propiedades calmantes, especialmente para los hombres, que los estimula a mantenerse activos durante el mayor tiempo posible. Las flores fragantes, como la lavanda y el árbol del té, así como el romero, el tomillo e innumerables plantas autóctonas del Mediterráneo, son consideradas medicinales y aromáticas, por lo que cada una de ellas se puede utilizar para multitud de aplicaciones, pero en cualquier caso es importante la fragancia.

Flores y naturaleza sensual para disfrutar más del sexo
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Usos del amor

En todas las civilizaciones siempre han tenido presente que lo bueno o malo de las plantas depende de su uso y medida, de ahí que las especies más peligrosas, venenosas e incluso mortales para el ser humano, puedan convertirse en parte fundamental de la elaboración de pociones de amor. Los estimulantes que causan alucinógenos, anestésicos e incluso fármacos cardiovasculares se clasifican como estimulantes de la pasión y el amor.

Comer, preludio de la pasión

El juego erótico está directamente relacionado con los placeres culinarios. El consumo de determinados productos naturales beneficia al sexo, lo estimula e incluso se convierte en el preludio de la pasión. Las fresas no solo son sexualmente provocativas, sino que también contienen vitamina C estimulante de la libido, mientras que el cacao restaura el sistema nervioso y ayuda con la respiración, lo que se ha relacionado con un mayor rendimiento durante el sexo y, de hecho, está clasificado como una ayuda sensual en la práctica erótica. También libera los mismos compuestos que se producen cuando tienes un orgasmo, y si se mezcla con leche, el calcio aumenta la sensibilidad al tacto.

El aceite de canela ayuda a las mujeres a ser más atractivas y activas en el amor. Si se agregan camarones a la alimentación de las ostras, se puede desencadenar una respuesta sexual ya que aumentan la libido gracias a un aminoácido que mejora la libido.

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