Son exóticas y un poquito difíciles de cuidar, pero solo un poquito. Hay una regla que viene siempre muy bien, no regarlas demasiado, de hecho, es mejor regarlas de menos, que de más. Ten en cuenta que son plantas tropicales, aunque las que solemos comprar en los centros de jardinerías son criadas en invernaderos. La temperatura adecuada para una orquídea sería en verano en torno a los 30º y en invierno de unos 10º.
La humedad ambiental es muy importante, dependiendo de donde vivas, si es en clima muy seco, debes echar mano de un pulverizador para estos días de calor excesivo, si tienes más de tres orquídeas, conviene tenerlas juntas para intentar crear la sensación de microclima, al desprender humedad forman ese entorno húmedo que necesitan.
También podemos poner bolitas de ceramica en las bases de las macetas, estas mantienen la cantidad de humedad que la planta necesita, pero ojo, que no estén en contacto directo con las raíces , eso puede ocasionar hongos.
Dependiendo del tipo de orquídea que hayas comprado, verás en la maceta que tipo de sustrato trae. Las epífitas, llevan una mezcla de corteza de pino, fibra de coco, piedra pómez y arlita. Estas dos últimas son para mejorar el drenaje. Para las orquídeas aéreas o epífitas, las phalaenopsis (las más comunes) lo mejor es mantenerlas en macetas transparentes u opacas, de metacrilato o cristal, y es que este tipo de orquídea hace la fotosíntesis también por la raíz. Procura tenerla cerca de una ventana, no necesita demasiada luz, lo que no debe agobiarla es el exceso de aire. Si vives en zona de playa, y puedes dejar la ventana abierta, eso favorecerá la humedad ambiente.
El riego se debe hacer según la temporada en que estemos, el agua libre de cal, si solo tienes una y puedes regarla con agua mineral, te lo agradecerá, pero sino, intenta dejar que el agua repose para quitar la cal lo máximo que se pueda antes del riego. Cuando tengas que hacer cualquier tipo de poda en tu orquídea, intenta que las herramientas estén muy limpias, evitarás cualquier riesgo de enfermedad a la planta.
Trasplantar una orquídea es algo muy fácil de hacer, normalmente lo hacemos a cada dos o tres años, debemos sustituir el sustrato, que por esa época ya debe haber perdido todas sus propiedades. Hay que tener en cuenta también que sus raíces crecen y muchas veces sus macetas se van quedando pequeñas, y al crecer la planta se desestabiliza necesitando algo más grande.
Como toda planta, una orquídea necesita “alimentarse”, procura aconsejarte por un profesional en un centro de jardinería, que tipo de nutriente es el más adecuado para tu planta. Están los que se diluyen en el agua del riego y los que se mezclan en el agua del pulverizador.
A las orquídeas no les gustan dormir mojadas, así que intenta siempre regarlas por las mañanas y echar los nutrientes a principio de la primavera, cuando estén saliendo de su letargo invernal. A partir de ahí, lo harás a cada veinte días mientras dure la primavera y el verano. En otoño/invierno lo harás cada cuarenta días.
Finalmente decir que estos son cuidados básicos, con relación a las plagas, debes consultar un profesional, porque cada planta es un mundo en si. Yo suelo pedir a mis clientes que me trajeran la planta para verificar “in situ” el problema y así poder aconsejarles mejor, pero también sirve una hoja enferma, o con las nuevas tecnologías, una foto en el móvil. Anímate, pon en tu casa este “ser” tan bonito, merece la pena entrar por la puerta y verla saludándote con su belleza y exotismo.
Ah, me iba olvidando, cuando termina su floración, a las phalaenopsis se les secan las varas y se debe cortarlas, justo en la base de la planta. Hay gente que las corta antes de que se seque, como también hay gente que lo cortan aún estando verde (en la mitad del tallo, por encima de un nudo) para favorecer el crecimiento de nuevas ramas o quizás de un “keiki”, lo que viene a ser un hijo idéntico a su mamá. Pero eso de forzar una nueva rama de otra rama no es bueno, las flores suelen salir muy pequeñas y débiles.
Phalaenopsis, Dendrobium, Cymbidium, Cattleya, Miltonia, Epidendrum, Paphiopedilium, Vanda, etc. Son las más comunes de una variedad de plantas orquídeas que hay esparcidas por nuestro maravilloso mundo.
cuando me di cuenta que las orquídeas son más fáciles de mantener que otras plantas desde entonces siempre tengo una blanca en el salón.
Hola Olga, es verdad lo que dices y me alegro, espero haber contribuido en algo. Un abrazo!