LOS PREBONSAIS – Como ya indica su nombre, son arboles en crecimiento preparándose para convertirse en un Bonsái. Hay mucha gente aficionada al «arte del Bonsái«, que disfrutan con estos maravillosos mini arboles. Tener un Prebonsái es un verdadero placer, pues así te ahorras el proceso, desde el momento en que lo plantas hasta que está preparado para el trasplante a una maceta fija, pues no suele ser muy fácil, y además, debemos esperar entre cuatro a diez años hasta el final del proceso.

Saca el Prebonsái de su maceta de plástico, es importante tener todo el material a utilizar a mano. Podaremos todas las ramas que no sean necesarias, la poda es mejor hacerla al final del invierno, debido a que el árbol ha estado en reposo invernal y al hacerle cortes no le saldrá tanta savia por las heridas. De todas maneras, si vemos que son heridas muy grandes, utiliza pasta selladora para taparlas.
Limpia la tierra vieja que cubre las raíces, recorta las raíces escuetamente, con la ayuda de un pequeño rastrillo para desenredarlas. Hay que echar tierra apropiada para Bonsáis en la nueva y definitiva maceta. En el fondo de la misma conviene poner una capa de arcilla o gravilla volcánica, procurad hacerlo con cuidado para que las raíces desde el primer momento estén en contacto con la tierra.
Finalmente terminamos el trasplante intentando dejar la tierra lo más compacta posible para que no quede burbujas de aire, a continuación regaremos con una regadera que tenga una alcachofa de agujeros finos hasta que el agua salga totalmente limpia por el agujero de drenaje de la maceta.
¡Disfrutad de vuestro Bonsái, y que este sea el primero de muchos trasplantes!
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