La forma de hormiga de la instalación pretende llamar la atención sobre el papel del insecto en la dispersión de semillas y la salud general del suelo, según los creadores del proyecto. “Ikum actúa como un recipiente arquitectónico para experimentar la sutil metamorfosis de la vida y la muerte de las plantas a través de la columna vertebral de una hormiga”, dijo Agbo-Ola.
Una impresionante instalación del artista nigeriano Agbo-Ola está arrasando en el mundo del arte.
La instalación está formada por una serie de tubos de acero que se curvan en forma de insecto. Está pensada para ser experimentada desde arriba o desde abajo, por lo que los visitantes pueden ver cómo cambia dependiendo de su perspectiva.
“Es una pieza muy compleja”, dice Agbo-Ola. “No se trata sólo de lo que se ve, sino también de lo que no se ve”.
¿Te has preguntado alguna vez qué ocurre cuando una planta muere?
Pues la respuesta es sencilla: se convierte en tierra. Y esa tierra ayuda a que crezcan más plantas.
El suelo no es solo suciedad: es un ecosistema vivo, lleno de microorganismos que ayudan a descomponer la materia orgánica. Estas bacterias, hongos y otros organismos representan aproximadamente la mitad del peso del suelo y son los responsables de poner los nutrientes a disposición de las plantas a medida que crecen.
Pero, ¿y si pudiéramos llevar a cabo este proceso aún más lejos? ¿Y si pudiéramos utilizar el arte no sólo para resaltar la importancia de la salud del suelo en nuestra vida cotidiana, sino también para ayudarnos a comprender su importancia?
Eso es exactamente la instalación Ikum: una escultura con forma de hormiga hecha con materiales 100% reciclados que actúa como un recipiente para ver el proceso de la vida y la muerte de las plantas a través de la columna vertebral de una hormiga.
+ en: Serpentine Galleries | Dezeen
En Texas hay una escultura luminosa hecha con plantas. Se hizo con plantas locales. También hay una hecha con árboles que se organizaron durante una conferencia sobre el clima.
